En camino al bicentenario republicano es un deber colectivo nacional que renovemos nuestro compromiso por la construcción de un Perú digno y sin corrupción, con justicia y libertad, con diversificación productiva y trabajo digno, respetando el medio ambiente y la diversidad cultural, con un efectivo desarrollo humano enfatizando en la educación y la salud de calidad para todos, sin ningún tipo de discriminación, con soberanía plena y descentralización.

El Perú es aún una nación en formación y el proceso de construcción que está en marcha, más allá de las contramarchas, deberá culminar integrando plenamente a la ciudad y el campo, superando las brechas sociales que afectan a las mujeres y hombres de las zonas rurales; promoviendo el buen vivir basado en un desarrollo integral y sostenible; articulando el crecimiento económico, la conservación ambiental, la equidad social y la diversidad cultural.

En este proceso iremos forjando la República de ciudadanos que debió surgir el año 1821 pero que fue impedido por los grupos de poder económico y político que pusieron por delante sus intereses particulares y no el bien común.

La República de ciudadanos será un sólido basamento para refundar nuestro país a través de un proceso constituyente que cohesione a nuestra gente de costa, sierra y selva; armonzando los roles del Estado, la sociedad civil y la empresa privada.

El Perú somos todos y se va construyendo en nuestra historia, recogiendo el legado milenario que se exprese en nuestras raíces que deben ser valoradas cabalmente; renovando permanentemente los liderazgos para el desarrollo, a fin de hacer realidad los cambios profundos que nuestro país anhela y requiere.

Como decía don Jorge Basadre, «más que amor al pasado, urge el amor al porvenir». Es indispensable que un país como el nuestro, caracterizado por la diversidad cultural, étnica y linguística, multiplique su capacidad creativa en la actividad productiva y de innovación científica y tecnológica; a fin de que no caigamos en la «prosperidad falaz» tal como ocurrió en el auge del guano durante el siglo XIX, sino que debemos sostenibilidad y permanencia al crecimiento económico para que se transforme en desarrollo integral.

Los Colegios Profesionales ratificamos nuestra disposición a aportar a que salga adelante esta gran empresa llamada Perú, sustentada en el tan necesario Proyecto Nacional que permita encaminarnos a paso de vencedores para alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible al 2030; y que celebremos contentos tanto el bicentenario de la Independencia Nacional (2021) como el de la consolidación de la Independencia hispanoamericana (2024)

Esta será la mejora manera de poder ser felices en nuestra fiesta nacional y todos los días del año.

¡ Felices fiestas patrias !

Lima, 27 de julio de 2018.

Consejo Nacional de Decanos de los Colegios Profesionales del Perú

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